La novia oscura, de Laura Restrepo. Buenos Aires, Alfaguara, 2006. 452 páginas.
La novia oscura, de 1999 y reeditada ahora por Alfaguara, comenzó como investigación en la ciudad de Tora y en La Catunga, su barrio de prostitutas, que florecía en los ’60 en lo más salvaje de la selva gracias a los cuatrocientos obreros del cercano Pozo 26 de la empresa norteamericana Tropical Oil, a quienes les brindaban comida, amor, fiesta y alcohol. La autora cuenta la historia del pueblo y de sus protagonistas a través de entrevistas que inserta en la novela como textos literarios y los datos históricos, políticos y sociales pasan a convertirse en detalles, odios, amores o malos recuerdos en la boca de los personajes que van así narrándose a sí mismos. Todos ellos hablan de la Sayonara, la protagonista de la novela, “la reina de los catres crujientes”, “la novia de los petroleros” y de cómo llegó al pueblo, se convirtió en prostituta, se enamoró, se desencantó y desapareció.
Restrepo, autora también de las excelentes novelas La isla de la pasión, Leopardo al sol, Dulce compañía y Delirio (Premio Alfaguara de Novela 2004) narra con habilidad, sencillez, respeto y, con buena literatura, hilvana las aventuras de Sayonara y de sus amigas participando de la novela como un personaje más porque cuenta cómo interactúa con ellos. Con una obvia atracción por la cultura popular que se manifiesta en la oralidad sostenida, va desgranando la historia de ese pueblo y su gente con solapada rabia ante las diferencias sociales sumándole un evidente buen humor y el constante contoneo de bolero. La novia oscura revela los desasosiegos y contradicciones de cualquier lugar del mundo donde la hipocresía es tan fuerte como el hambre.
(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina
OPINIÓN: Fabulosa, Refrescante, Desenfadada y sobre todo LLENA DE MISTERIO.
Desde que comence el cuarto semestre en la facultad, me he vuelto a dedicar a este maravilloso hobbie de la lectura no obligada (lease: novelas que no tienen nada que ver con lo academico), precisamente este libro fue una recomendación de una amiga de la escuela.
Leer sobre Sayonara te produce varios sentires a la vez, desde el enojo más desquiciante al leer como el joven Sacramento esta obsecionado con ella desde niños, hasta el placer culposo al ver lo tan hija de vecino que esta niñata llega a ser con su clientela, despachandolos tanto por un dolor de pies, como por estar deprimida por aquel verdadero amor que tanto se hace esperar.
Lo interesante de esta obra no es solo todo lo que te hace sentir, sino también el hecho de que no se enfoca solo en la joven y rebelde Sayonara -que evidentemente no se llama así-, sino que nos habla de todas las chicas, señoras y ancianas prostitutas que albergaron en su momento al barrio de La Catunga y sus muchas farolillas de colores, personalmente, una de mis chicas favoritas fue "La bella Claire", tan bella y tan triste la pobre francesa, cuyo malagradecido querer la hace arrojarse a las vías del tren.
"Mentiroso, Traicionero, Infiel y Asesino de mis ilusiones": Segun Sayonara, los peores cuatro insultos colombianos de parte de una prostituta
100% recomendable